tag:blogger.com,1999:blog-36727599471371480292024-03-13T15:04:58.895-07:00Objeto fugazNotas de Marina GarberMarina Garberhttp://www.blogger.com/profile/07715889768121067667noreply@blogger.comBlogger46125tag:blogger.com,1999:blog-3672759947137148029.post-55336446098863362562020-09-13T13:52:00.005-07:002020-09-14T09:19:12.639-07:00Vito Dumas: La leyenda del innombrable<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><b><span style="font-size: large;">Prejuicios, envidias y rencores políticos tejieron en torno de
Vito Dumas una leyenda negra que silenció por décadas su nombre y sus
hazañas. En 1942, fue el primer navegante que dio la vuelta al mundo en solitario y por la ruta
del Cabo de Hornos.</span></b></div><div style="text-align: left;"><b><span style="font-size: large;">
</span></b><span style="color: #999999;"><br /></span></div><p>
</p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiU_AUmbg107qogqofb_2-izVK7XGLhvAO-sDDT36aXhvivMhC3BaLI3fqWBPolnbVrujGB7xb8THsG5PAjfvSIKDuGJkqwp_XDHjetDCTO7zdXy21CMbRaXwgpufCSphVnaqxUW33tTuc/s258/Dumas-01.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="258" data-original-width="170" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiU_AUmbg107qogqofb_2-izVK7XGLhvAO-sDDT36aXhvivMhC3BaLI3fqWBPolnbVrujGB7xb8THsG5PAjfvSIKDuGJkqwp_XDHjetDCTO7zdXy21CMbRaXwgpufCSphVnaqxUW33tTuc/s0/Dumas-01.jpg" /></a></div>Por pura obra del azar, 1942, año en que el primer navegante solitario argentino inició su viaje alrededor del mundo, es anagrama de aquel en que Cristóbal Colón llegó a América. A Vito Dumas –hijo de inmigrantes italianos, nacido con el siglo en el barrio porteño de Palermo, nadador, pionero en múltiples áreas y hazañas, empecinado, parco, galante, eximio timonel, amigo de los temporales– le gustaban las coincidencias, especialmente en materia de números. Y el dato no le habrá resultado indiferente cuando se propuso circunvalar el planeta, solo en un pequeño velero, por la llamada “ruta imposible”, a la altura de los 40 grados de latitud sur.<br />Estaba obsesionado por esa línea temible e imaginaria que pasa por Buenos Aires, Ciudad del Cabo, Wellington y Valparaíso, y que regresa, circular, al Río de la Plata tras doblar el mítico Cabo de Hornos. La Segunda Guerra Mundial, lejos de amedrentarlo, le sumó a su proyecto una justificación ética: demostrar, mientras “un soplo de espanto arrasa al mundo”, que “no todo está perdido, que aún quedan soñadores, románticos, visionarios”, como escribió antes de partir. Por temor o cautela, la Prefectura argentina se negó a firmarle los documentos necesarios para su viaje, por lo que debió zarpar del puerto de Montevideo. Llevaba diez libras esterlinas en el bolsillo, una buena provisión de tabaco, setenta kilos de papas y otros alimentos generosamente donados por amigos y admiradoras.<br />Sus pocas pertenencias, relata en su libro Los cuarenta bramadores, incluían una “magnífica muda de ropa interior de pura lana” proporcionada por un amigo llamado Weber, un gorro y un par de guantes suministrados por la revista El Gráfico. Esos fueron sus sponsors, además de sus amigos de la YMCA de Buenos Aires, un almacenero del Bajo Belgrano y los timoneles del Club Náutico Buchardo, que ayudaron en el trabajo de preparación de su barco: el L.E.H.G. II, un “doble proa” de 9,55 metros de eslora que demostró, durante la travesía, ser tan aguantador y marinero como su capitán. Hombre y barco recorrieron juntos 20.420 millas marinas, que es lo mismo que 38 mil kilómetros, en 274 días, navegando siempre rumbo al amanecer.<br /><br /> La gloria y el silencio<br /> El arribo de Vito Dumas a Mar del Plata en julio de 1943, tras completar la etapa más difícil de su viaje (el cruce del Cabo de Hornos), logró opacar, al menos por unos días, las noticias que llegaban a la Argentina desde los frentes de guerra. El diario Crítica le dedicó a la hazaña del navegante tres de las diez páginas de su edición. Las crónicas lo ensalzaban; lo llamaban “el héroe silencioso”, “el domador de olas”, “el vencedor de los mares”. El 8 de agosto de 1943, tras atravesar incontables peligros, Dumas entró triunfalmente al puerto de Buenos Aires. Un cronista de la época estima en 50 mil el número de personas que ocuparon la Dársena Norte para recibirlo. Pero eran millones los que habían seguido, a través de la radio y los diarios, sus aventuras. Ese domingo de agosto fue un día de fiesta nacional, y la consagración de un héroe.<br />Pero había quienes se resistían a aceptar su popularidad. Especialmente en el Yacht Club Argentino, hábitat natural de una élite que había hecho de la navegación deportiva una de sus señales de identidad. Desde que, en 1931, Dumas sorprendió al mundo cruzando el Atlántico en solitario, la aristocracia náutica lo consideró un intruso. Un ignoto representante de la plebe que ni siquiera tenía título secundario y que había osado profanar su feudo convirtiéndose, además, en la figura más popular del momento.<br /> Casi como un juego, nacieron los primeros rumores: Dumas estaba loco, tenía mala suerte y la convocaba, la mera mención de su nombre provocaba varaduras y naufragios. Algunos aportaron brumosos ejemplos, pruebas de lo indemostrable. Otros las repitieron. Lo que empezó como una broma terminó adquiriendo una dimensión y una fuerza que ni la mejor planeada de las conspiraciones hubiera podido lograr. La leyenda encontró terreno fértil en rencores de clase y rivalidades políticas, y su arraigo fue sorprendentemente duradero. Hasta bien entrada la década del 90, Dumas seguía siendo “el innombrable”. La prohibición de mencionar su nombre se enseñaba, en los cursos de instrucción, junto con los primeros rudimentos náuticos. Y sus hazañas fueron borradas de la historia, o de los relatos que, sobre la historia, hicieron quienes tuvieron el monopolio de contar cómo fueron las cosas. Dos mitos argentinos: Luis Angel Firpo, “el Torito de Mataderos”, con Vito Dumas en 1947.<br />A los marinos, Dumas nunca les cayó del todo bien, pero la hostilidad se tornó odio en 1949, cuando Perón lo nombró Teniente de Navío de la reserva de la Armada y le ofreció la dirección de una flamante Escuela de Náutica Deportiva. Fue un gesto de reconocimiento, pero también una jugada política: Perón sabía perfectamente el efecto que provocaría dentro de la Armada la presencia de un “civil con uniforme” a su lado. Dumas, en cambio, fue, en los asuntos políticos, un poco cándido. Si tuvo alguna mala suerte, fue que su historia se cruzara con la historia política argentina en encrucijadas complejas que él, entregado como estaba a sus sueños, siempre pensando en la siguiente singladura, apenas vislumbró. El 17 de octubre de 1945, navegaba frente a las costas de Río de Janeiro y no sospechaba los cambios profundos que se estaban produciendo en el país. Vivió el período peronista como un tiempo de justo reconocimiento a su figura y –nueva casualidad– el 16 de septiembre de 1955 también lo encontró navegando, esta vez en el Atlántico Norte y en el más terrible de sus viajes. Pasó varios días en la región ecuatorial sin viento ni agua potable.<br /> Sufrió una grave deshidratación y tuvo que recalar en Bermudas, donde fue hospitalizado, con síntomas de escorbuto y una presión máxima de 28. Los médicos le recomendaron que no volviera a navegar, pero él siguió su ruta.<br />Tras enfrentar su última gran prueba (el huracán Ionne, que lo alcanzó muy cerca de la costa estadounidense), cumplió su sueño de arribar al puerto de Nueva York. En esa ciudad permaneció, enfermo, sin dinero ni proyectos, afligido por el golpe de Estado, los bombardeos a Plaza de Mayo y otras noticias que le llegaban desde la Argentina, durante casi un año. Vendió su barco y regresó a Buenos Aires en un carguero. En el país lo esperaba la soledad, pero no la del mar, que tan bien supo disfrutar, sino una más triste. Desde 1955 hasta su muerte fue condenado a un exilio interno.<br />Murió el 28 de marzo de 1965, a los 64 años. Sólo cuatro buenos amigos, además de sus familiares, fueron a su entierro. Dejó los relatos de sus aventuras –realizó, como Colón, cuatro grandes viajes, y todos extraordinarios– y algunos misterios, como la identidad de una dama de la alta sociedad que lo amó y lo acompañó (L.E.H.G., nombre de sus dos primeros barcos, serían las iniciales de esta señora). Inventó técnicas de navegación con mal tiempo que luego fueron imitadas por marinos de todo el mundo. Nunca escapó de los temporales: le gustaban porque, decía, la lucha es vida. En cambio, lo aterrorizaba la inmovilidad. “Antes dije que lo peor era el frío –le dijo al llegar a Mar del Plata a un periodista de Crítica–. No. Rectifico. Lo peor es la calma. Hay días terribles. No es solamente que el barquito se detenga a esperar los vientos propicios. Es la calma en sí. El terrible vacío ése”.<br /><br /> Al rescate del olvido<br />“Un secreto en voz baja en la Armada”<br /> Roberto Alonso es ingeniero naval, piloto de yate y uno de los principales responsables de que la leyenda tejida en torno a Vito Dumas haya sido, por fin, desvirtuada. A partir de la edición de su libro Vito Dumas, testimonios de la leyenda, escrito junto con Ricardo Cufré, el nombre del gran navegante solitario volvió a ser pronunciado en el Río de la Plata. Primero tímidamente, luego con orgullo, en una oleada de desagravios que llegó hasta la propia Armada Argentina. <br />–¿Este libro fue el primer intento de reivindicar a Dumas?<br />–Hubo intentos de reivindicación, pero todos tuvieron móviles políticos. Es que no era fácil ir contra la raza aristocrática del yachting, y menos aún contra la Armada. Este libro fue posible en 1995. Si esto lo hubiera escrito en 1965, hoy no estaría acá. <br />–¿Por qué era tan importante para la Marina el “asunto Dumas”?<br />–Cuando Perón le otorga a Dumas el cargo de Teniente de Navío, se da cuenta de que le puede meter una agujita en la nariz a la Marina, con un mensaje que es: “para mí los héroes navales son éstos, no los que están en los escritorios. No ustedes, que no fueron a ninguna guerra. Un héroe es Dumas, quien solita su alma dio la vuelta al mundo y me lo reconocen en todas partes”. De ahí viene la historia. Yo estuve nueve años en la Marina de Guerra, y Vito Dumas era un secreto en voz baja. Los gorilas manejaron la Armada hasta... digamos que hasta hace un ratito. Y, anteponiendo sus aspiraciones políticas, se olvidaron de recuperar para la historia nacional que el primer cirunnavegador del planeta fue Dumas.<br />–Fuera de la Armada pasaba lo mismo...<br />–Es que la leyenda del mufa fue propagada desde el altar mayor del yachting, el Yacht Club Argentino. Y los que decían esto, en el 99,9 por ciento de los casos ni siquiera habían cruzado a Colonia. Quiere decir que de navegación sabían muy poco. –¿El libro logró que se hiciera justicia? –En el río, la historia del mufa se acabó, ya nadie se animaría a recordarla. El Arca, N° 52.<br />
<p></p><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSVtILkspxQR4QSXsBuQCQtfSz2R3Hai35U2fXcQnkIYiwMOEB5WdUI_BVmRPHC2PEZn70vi0S0G-cbjMYHdhhb5bPMvFG44WCeTHhmUv6kgD_b6y2VG2qi18n4f8QGUXRirrpHcbXgyk/s1600/Dumas-01.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSVtILkspxQR4QSXsBuQCQtfSz2R3Hai35U2fXcQnkIYiwMOEB5WdUI_BVmRPHC2PEZn70vi0S0G-cbjMYHdhhb5bPMvFG44WCeTHhmUv6kgD_b6y2VG2qi18n4f8QGUXRirrpHcbXgyk/w211-h320/Dumas-01.jpg" width="211" /></a>Marina Garberhttp://www.blogger.com/profile/07715889768121067667noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-3672759947137148029.post-41932185699102013102020-08-15T11:39:00.003-07:002020-10-04T04:11:25.128-07:00El camino del virus<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgsC2CdzIMJdzKe0JjDUK_-8fEaXqcSVpo449xJWofXxjhNXuA6MPIiBFMrvSY-CeZLTAjc6Y44sOfG8dwvtpV1VKQlTJegDCrhHch0v6BstMISEJXpAGj_BKYsW3NAL1QY8DQf5EPcpgI/s1307/333.png" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1307" data-original-width="1061" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgsC2CdzIMJdzKe0JjDUK_-8fEaXqcSVpo449xJWofXxjhNXuA6MPIiBFMrvSY-CeZLTAjc6Y44sOfG8dwvtpV1VKQlTJegDCrhHch0v6BstMISEJXpAGj_BKYsW3NAL1QY8DQf5EPcpgI/s320/333.png" /></a></div><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiCqOul9Vakb4vMU3k7wIDVD9A-ktJ64G2ZSydNJ0lPKFs9hAneRsqrkSWNJUEcpfSBXwoI3fwRsl8uryyQBi2bGmvfVwv5K6D7EqaGtri4wSbpBqOV-qdc2HUDxQEp12MQ-3gMtTihBf4/s725/oms.png" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"></a></div>Si se desandara el camino que recorrió el nuevo coronavirus SARS-CoV-2 desde los primeros casos registrados en China hasta la crisis sanitaria, social y económica más profunda y extendida del último siglo, se podría reconstruir una intrincada cadena de causas y efectos. Allí estarían, por un lado, los inevitables tropiezos provocados por la falta de conocimiento de un virus nuevo, pero también numerosos errores no forzados, fruto de intereses, presiones y negligencia. En ambos casos, la humanidad pareció haberse convertido en un campo de pruebas de aquel proverbio chino según el cual el aleteo de una mariposa puede causar efectos inesperados del otro lado del planeta.<br />El primer aleteo sucedió en Wuhan, una ciudad de 11 millones de habitantes ubicada en el centro de China, nodo de una importante red de transporte terrestre y sede de un aeropuerto internacional que movilizaba un promedio de 20 millones de pasajeros por año, con vuelos directos a Nueva York, Londres y París. Los 41 casos registrados a principios de enero –el 11 de ese mes China reportó la primera muerte– se convirtieron pronto en cientos y miles. Siete meses después, el virus había llegado a prácticamente todos los países del mundo. La pandemia puso a más de la mitad de la humanidad en cuarentena, provocó la pérdida de 400 millones de puestos de trabajo y dejó sin clases a más de 1.000 millones de estudiantes. Hasta principios de agosto, había logrado reproducirse en más de 20 millones de organismos humanos y había terminado con la vida de más de 700.000 de personas. <br />¿Cómo fue posible tanto en tan poco tiempo? «A nivel mundial –asegura el infectólogo Tomás Orduna, miembro del comité de expertos que asesora al Gobierno nacional– hubo una negación de que la cuestión era importante. El segundo problema fue retrasar las medidas de contención y las medidas de aislamiento». Gabriela Piovano, médica infectóloga del Hospital Muñiz, coincide: «El primer error –asegura– fue minimizar la pandemia. Creer que iba a comportarse como la gripe H1N1 o las influenzas comunes, y que los números no iban a ser tan grandes», señala. <br /><br /><h3>Ojos que no ven</h3><p>«Negación» es la palabra que, a ocho meses de los primeros casos, aparece con más frecuencia en los análisis retrospectivos que intentan explicar el extraordinario alcance de una pandemia que tomó por sorpresa al mundo, a pesar de numerosas señales de alarma previas. La subestimación del riesgo fue una constante. Aunque su respuesta posterior fue enérgica, China ignoró los primeros indicios. Las advertencias del oftalmólogo Li Wenliang, que trabajaba en el Hospital Central de Wuhan y había comunicado a sus colegas, a través de las redes sociales, el riesgo del brote de un misterioso virus similar al del síndrome respiratorio agudo grave (SARS), fueron desoídas y acalladas. Li fue acusado de haber hecho comentarios falsos que alteraban el orden social y obligado a retractarse. Poco después, se contagió de una de sus pacientes, falleció el 7 de febrero y fue exonerado postmortem por el Gobierno.<br />China finalmente admitió la gravedad de la situación. La cuarentena impuesta en la ciudad de Wuhan fue férrea y eficaz. Pero el virus ya se había empezado a propagar de un modo silencioso. De acuerdo con datos publicados por Baidu, el «Google chino», que registra la movilidad de millones de teléfonos celulares, al menos 175.000 personas abandonaron Wuhan entre el 1º y el 23 enero, cuando se impuso un cerco sanitario alrededor de la ciudad.<br />Los viajes internos fueron cancelados, pero los brotes locales se habían estado expandiendo desde enero y, a través de los vuelos internacionales, que continuaron con normalidad hasta principios de febrero, se extendieron a todo el mundo. «Wuhan tiene una enorme cantidad de conexiones con el resto del mundo, puentes aéreos directos al norte de Italia y está unida a más de 30 ciudades del mundo por cuestiones comerciales. Podías amanecer almorzando en Wuhan y terminar el día cenando en París. La posibilidad de detener esa expansión fue desdeñada», analiza Orduna.<br />Los aviones se convirtieron, así, en la primera vía de diseminación, y la mayoría de los países menospreciaron el riesgo del tráfico aéreo con China. Los primeros en cancelarlo fueron Rusia, Italia, Pakistán, Turquía y Australia que, sin embargo, dejaron abierto su espacio aéreo al resto de vuelos internacionales durante algunas semanas más. Triangulando los destinos, con escalas y algunos desvíos, el virus llegó finalmente a todo el mundo. «Hay un tiempo de retardo desde que Wuhan descubre que una serie de neumonías atípicas graves no estaban relacionadas con ningún tipo de enfermedad conocida. Cuando se dan cuenta de que es un virus distinto, ya había comenzado a esparcirse», subraya Piovano.<br />Mientras China lograba controlar los brotes mediante el «esfuerzo de contención más ambicioso, ágil y agresivo de la historia», según describe un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Estados Unidos ponía en marcha un compendio de todas las formas posibles de negligencia. El presidente, Donald Trump, hizo de la negación una militancia: desestimó el riesgo, se negó a coordinar una política sanitaria federal, criticó las cuarentenas, desafió el uso de tapabocas, recomendó «inyectarse desinfectante» y sostuvo la teoría, desmentida por la propia CIA, de que el virus había sido creado en un laboratorio chino. «Todo está bajo control», insistía, mientras los muertos diarios en Nueva York se acercaban al millar, colapsaban hospitales y funerarias y Estados Unidos se convertía en el nuevo epicentro mundial de la pandemia.<br />Si se pudiera hablar de un «caballo de Troya» del COVID-19, este sería, quizás, la transmisión asintomática. El SARS-CoV-2, aseguran los especialistas, es un virus insidioso: su gravedad puede ocultarse bajo una apariencia benigna, de modo que quien lo padece no es consciente del riesgo en el que se encuentra y al que expone a otras personas. Cuando los síntomas son leves, los pacientes se pueden mover libremente y transmitir el virus, ya que el período de incubación es prolongado –en promedio, dura 5 días, pero se han reportado casos en los que llegó a 29– e infeccioso. <br />Un estudio reciente realizado entre 303 pacientes de un centro de aislamiento de la ciudad coreana de Cheonan demostró que, incluso en los casos en los que la infección permaneció asintomática durante mucho tiempo, la carga viral fue la misma en las personas que presentaban síntomas y las que no. «Es necesario aislar a las personas infectadas más allá de que presenten o no síntomas», aseguran los investigadores.<br />Según algunos análisis, la OMS tardó demasiado en admitir con claridad y contundencia el riesgo de la transmisión asintomática, y tuvo más de un tropiezo al respecto. El más notorio fue el malentendido generado por una alta funcionaria del organismo, Maria Van Kerkhove, que en una conferencia de prensa emitida en directo el 8 de junio aseguró que «parece ser raro que una persona asintomática transmita el virus». Las declaraciones generaron polémica y fueron objeto de críticas por parte de científicos e investigadores. El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, tuvo que aclarar dos días después que esa no era la posición del organismo. <br />La infectóloga Camilla Rothe es la subdirectora del servicio de Medicina Tropical de Hospital Universitario de Múnich y el 27 de enero diagnosticó el primer caso de COVID-19 registrado en Alemania: un hombre de 33 años, empleado de una compañía de autopartes, que se había contagiado a través de una colega que estaba de visita desde Shangai y que no había mostrado síntomas durante su estancia en Alemania. Hasta entonces, se suponía, siguiendo el modelo del SARS, que el virus solo podía ser transmitido por personas con síntomas. Pero Rothe comprendió que el paciente solo podría haberse contagiado de su colega china. «La infección puede ser transmitida durante el período de incubación» advirtió a través de un correo electrónico dirigido a sus colegas y, más tarde, en un artículo enviado a la revista <i>The New England Journal of Medicine</i>. Algunos aspectos metodológicos del paper fueron objetados. «Pero nada de eso era crucial para nuestro mensaje, que era que puedes infectar aunque no tosas ni estornudes», aseguró Rothe en una entrevista con el diario español El País. <br />Un equipo de periodistas de <i>The New York Times</i> cubrió la historia de Rothe y el paciente 0 alemán, un ejemplo del modo en que el mundo le dio la espalda a «la propagación silenciosa del COVID-19». A partir de un exhaustivo trabajo de investigación, el artículo reveló que durante dos meses cruciales, las autoridades sanitarias y los líderes políticos occidentales restaron importancia o negaron el riesgo de la transmisión asintomática. Entre los motivos, hubo «suposiciones científicas erradas, rivalidades académicas y, quizá lo más importante, una resistencia a asumir que contener el virus requeriría medidas más drásticas. Esa negativa a aceptar la nueva evidencia fue parte de la respuesta lenta del mundo a la pandemia». <br /><br /><b>Herramientas de prevención</b></p><p><br />El uso generalizado de tapabocas como medida de prevención está en relación directa con la transmisión asintomática. Si es posible contagiar antes de que una persona sepa que está infectada, es necesario suponer, como asegura Rothe, que «todos estamos enfermos». «Si hubo un error de la OMS fue el tema de los barbijos. Y también de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. No lo adoptaron rápidamente ni la Unión Europea ni Gran Bretaña ni Estados Unidos. En el resto del continente americano veíamos qué hacer, qué no hacer, con muchas dudas. No se tuvo dimensión de la importancia de su uso inicial, que probablemente hubiera ayudado a disminuir la cantidad de pacientes. Hoy vemos que es una herramienta brutal de barrera», reconoce Orduna. Tempranamente adoptada en las exitosas estrategias de los países asiáticos, la medida fue recomendada por la OMS recién el 6 de junio. Hasta entonces, su uso había sido desaconsejado con distintos argumentos como la falta de evidencia científica, el riesgo de desabastecimiento para el personal de la salud o la falsa sensación de seguridad que podía proporcionar. <br />La ausencia de evidencia científica fue también el motivo por el cual la OMS se resistió a reconocer que el coronavirus puede transmitirse por vía aérea, a través de micropartículas en suspensión o aerosoles. Durante más de seis meses el organismo sostuvo que la transmisión se daba principalmente a través de las gotas que se expelen al toser o estornudar y que, al ser de mayor tamaño que los aerosoles, suelen caer rápido y depositarse sobre superficies que se convierten así en fuente de contagio. Por eso, el énfasis inicial de las campañas de prevención apuntó al lavado frecuente de manos, la recomendación de toser en el pliegue del codo y de evitar tocarse la cara. Sin embargo, a principios de julio, 239 científicos de 32 países encabezados por la investigadora Lidia Morawska, una de las mayores expertas mundiales en el estudio de la calidad del aire, enviaron una carta abierta a la organización para solicitarle que reconociera la transmisión del SARS-CoV-2 a través de micropartículas en suspensión. El mayor riesgo ya no serían las superficies contaminadas, sino los espacios cerrados, abarrotados y mal ventilados. Casos de superpropagación reportados en iglesias, restaurantes, el ensayo de un coro y call-centers podían ser perfectamente explicados si se asumía que el virus podía transmitirse por la inhalación de aerosoles que pueden permanecer varios minutos en suspensión, «viajar» mucho más allá de los dos metros de distanciamiento social recomendados e, incluso, dispersarse a través de equipos de aire acondicionado.<br /><br /></p><h3 style="text-align: left;"><b>Parcial, incierta y escasa</b><br /></h3><p>Como resultado de la carta, la OMS admitió que «no se puede descartar la transmisión de aerosoles». Morawska, por su parte, aseguró que seguirá trabajando junto con la organización. Aconsejar al público, dijo, es mucho más complicado que hacer ciencia: «Deben tenerse en cuenta todos los demás factores que no tienen nada que ver con la ciencia, como los recursos, la economía o la viabilidad», señaló a <i>El País</i>. A estos factores se suma la dificultad para tomar decisiones en un contexto de incertidumbre sobre una enfermedad nueva, con investigación parcial, incierta o escasa y una urgencia que, en ocasiones, cobra en vidas humanas cada día de demora.<br />«Aprendemos a medida que esta enfermedad se propaga y se desarrolla porque se trata de un nuevo virus que nos obliga a un aprendizaje continuo», señala el ministro de Salud de la Nación, Ginés González García. «No vamos a tener certezas por mucho tiempo», reconoce Orduna. Pero, aun así, todos coinciden en algunas evidencias: que, como demuestran las curvas epidemiológicas, los países que tomaron medidas restrictivas tempranas tuvieron mejores resultados. Que el aislamiento social, sumado a acciones sencillas como el uso de tapabocas y el lavado de manos, es imprescindible para frenar la propagación. Y que poner en práctica esas medidas constituye, además de una forma de cuidarse a uno mismo, un gesto de solidaridad elemental.<br /><br /><span style="font-size: x-small;">Marina Garber<br />Informe: María José Ralli</span></p><p><span style="font-size: x-small;">Acción N° 1296, segunda quincena de agosto de 2020 <br /></span></p><p></p>Marina Garberhttp://www.blogger.com/profile/07715889768121067667noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3672759947137148029.post-15456122815321969332020-07-15T11:51:00.002-07:002020-09-11T11:57:55.627-07:00Ensayo y error<p><span></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgl2SgcvNIf_WvKDbhxM_fgUKlJzd_Bq7uAxm_ARNtOg4Znv7xxsdEVR8TAE8n5AcrSjWQ1S3KqfJqR9a3vj5D2Ltz7J6Uh5Q35WKwpnR9BNAqbUgEHBMme-jFHEXFQreCVppyZm5mmOL0/s1061/ensayo+y+error.png" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="962" data-original-width="1061" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgl2SgcvNIf_WvKDbhxM_fgUKlJzd_Bq7uAxm_ARNtOg4Znv7xxsdEVR8TAE8n5AcrSjWQ1S3KqfJqR9a3vj5D2Ltz7J6Uh5Q35WKwpnR9BNAqbUgEHBMme-jFHEXFQreCVppyZm5mmOL0/s320/ensayo+y+error.png" width="320" /></a></span></div>En centros de investigación de todo el mundo, nueva información va modificando día a día las curvas epidemiológicas que representan el avance del COVID-19 en los cinco continentes. Una nube confusa de líneas que grafican la evolución de los nuevos casos permite identificar el segundo gran salto de Estados Unidos, el ascenso desbocado de Brasil, la caída de Nueva Zelanda. La enfermedad es una sola, pero la situación epidemiológica es distinta en cada país, al igual que las tasas de letalidad y otras variables que inciden en la salud y la vida de millones de personas. <br /><span> </span>«Si bien el virus es el mismo, los picos los hace la gente y sus gobiernos», asegura el biólogo y biotecnólogo Ernesto Resnik. «Mirando las curvas de todos los países o, en un mismo país, de distintas ciudades o estados, se ve que todas son distintas. Las pandemias son hiperlocales, como dice el epidemiólogo Marc Lipsitch. En Nueva York, durante el peor momento del brote, en Manhattan casi no hubo problemas, pero en los barrios más pobres, como el Bronx o South Queens, fue terrible».<br /><span> </span>Las causas de esta disparidad no deben buscarse en la biología sino en las políticas sanitarias, junto con factores, como la densidad poblacional o los patrones de movilidad, que convierten a algunos puntos del planeta en ámbitos particularmente hospitalarios para el virus. Además, debido al tráfico aéreo desde ciudades que sufrían un crecimiento acelerado de contagios, como Madrid, el riesgo de Buenos Aires o Nueva York era, antes de que llegaran los primeros casos, mucho mayor que el de otras ciudades.<br /><span> </span>La pandemia obligó al mundo a poner en marcha medidas excepcionales. Cierre de fronteras, escuelas y lugares de trabajo, restricciones al transporte y a la circulación, confinamiento obligatorio, políticas de testeo y rastreo de contactos son las principales acciones implementadas, de modo desigual y con resultados diversos, en la mayoría de los países.<br /><span> </span>Cuarentenas fuertes primero, para bajar el número de casos, y una serie de medidas menos drásticas y más localizadas después, para evitar la propagación del virus, parecen haber sido las formulas más eficaces. La metáfora del martillo y la danza, acuñada por el ingeniero español Tomás Pueyo, ilustra las diferencias entre estos dos momentos. «El martillo es la cuarentena, es como darle un martillazo a la curva de casos hasta que bajen a niveles controlables, y una vez que están abajo, la danza es aprender a convivir con el virus teniendo los cuidados necesarios, comenzar con un rastreo y aislamiento de contactos eficiente, evitando aglomeraciones, usando tapabocas, para poder ir flexibilizando la cuarentena sin que exploten los casos», explica Rodrigo Quiroga, bioinformático e investigador asistente del CONICET.<br /><span> </span>Siete meses después de que China identificara a un nuevo coronavirus como causante de una serie de neumonías altamente contagiosas, los casos en países como Estados Unidos y Brasil –donde el propio presidente, Jair Bolsonaro, un activo opositor a las medidas de prevención, terminó infectado–, se cuentan por millones. En tanto, Asia, donde se registraron los primeros casos, logró contener el brote y minimizar el número de muertes. «En China, Corea y Japón, habían tenido la experiencia del SARS en 2002 y habían aprendido estrategias para evitar contagios, como el distanciamiento social, la higiene y el uso de barbijo. Si estas medidas se cumplen en forma estricta, logran bajar la probabilidad de contagio, ya no hay un crecimiento exponencial y la propagación se frena», dice el físico Jorge Aliaga, exdecano de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA.<br /><br /><p></p><h3 style="text-align: left;">Sabiduría oriental</h3><p style="text-align: left;">Entre enero y marzo de este año, China fue escenario, según describe un informe de la Organización Mundial de la Salud, del «esfuerzo de contención más ambicioso, ágil y agresivo de la historia». La cuarentena destinada a contener el brote iniciado en Wuhan comenzó el 23 de enero y fue estricta y prolongada: los movimientos de los ciudadanos fueron restringidos al máximo. En otras regiones del país se establecieron medidas menos rigurosas que afectaron a 760 millones de personas. El 18 de marzo, el Gobierno anunció que en la provincia de Hubei no había nuevos casos positivos. De las 50.300 personas que se habían infectado en Wuhan desde fines de diciembre, 3.869 (el 7,7%) murieron por la enfermedad. <br /><span> </span>El 8 de abril, tras tres meses de confinamiento, la ciudad de Wuhan levantó su cuarentena, pero la vida normal estaba aún muy lejos de regresar. Además del distanciamiento social, el uso de máscaras y otras medidas preventivas, China recurrió intensamente a la tecnología. Big data, apps que clasifican a los ciudadanos según su riesgo de contagio y los habilitan a salir o los obligan a permanecer en sus casas, sistemas de reconocimiento facial y geolocalización, cámaras térmicas y otras formas de vigilancia digital fueron también utilizados en otros países asiáticos. Rensik señala que en Corea del Sur, por ley, desde la epidemia de SARS, «el Estado tiene derecho a acceder a todos los datos de una persona». «Cada caso positivo es un caso a investigar. Si la declaración personal es incompleta o el ciudadano se niega a hacerla, el Ministerio de Salud tiene potestad para pedir datos de uso de sus tarjetas de crédito y el GPS del móvil», explica Chris Lee, investigador de la consultora coreana 2e Digital Lab.<br />Corea se destacó por su respuesta temprana y contundente. El desarrollo y producción de tests, las pruebas masivas, la vigilancia continua y el rastreo de contactos la convirtieron en un modelo tan eficaz como inaccesible para el resto del mundo. Similar es el caso de Taiwan, donde se produjeron solo 7 muertes y 448 casos. La revista Time colocó a este país en el primer lugar de un ranking de mejores respuestas globales a la pandemia, en una lista donde la Argentina se destaca por sus números, que «lucen mucho mejor que los de los países vecinos». Nueva Zelanda, con 2.530 casos y 22 muertes, figura segunda en la lista. «Fue el país que tuvo más eficacia. Pero tiene algunas ventajas: un poder adquisitivo importante, no tiene grandes conglomerados urbanos y es una isla. Además, tomaron la decisión de aislar casi con la misma cantidad de casos que tenía Argentina, lo que permitió cortar la transmisión», señala Aliaga. «Nueva Zelanda cumplió con la premisa de identificar, testear y aislar a los contactos. Si no se aíslan los contactos directos tempranamente, ya estás llegando tarde, porque contagiaron a otros más. Ese es un problema clave en la Argentina», agrega Quiroga. <br /><span> </span>También considerado un ejemplo en el manejo de la crisis, Australia debió volver a cerrar la ciudad de Melbourne y sus alrededores para contener un nuevo brote. El rápido crecimiento de los casos en julio, fruto de la circulación comunitaria, superó la cantidad de infecciones del pico de abril y demostró que no hay recetas mágicas ni definitivas para erradicar el virus. China, Corea, Israel, Australia, España y una larga lista de países que parecían haber superado la crisis, también tuvieron que recurrir a nuevos confinamientos ante sendos rebrotes.<br /><br /></p><h3 style="text-align: left;">Descontrol americano</h3><p style="text-align: left;">El 15 de enero, en los alrededores de Seattle, estado de Washington, un empleado de una empresa tecnológica que había viajado a Wuhan sintió los primeros síntomas, una tos persistente. Sin embargo, fue a trabajar, asistió a una cena con colegas y salió de compras. Pocos días después, se convertiría en el primer caso positivo de COVID-19 de los Estados Unidos.<br /><span> </span>A mediados de febrero había solo 15 casos conocidos. Los pacientes fueron aislados y sus contactos, monitoreados. Los viajes desde China fueron cancelados. Pero ninguna de esas medidas funcionó. Es que «solo una pequeña parte de esa imagen era visible. Alrededor de 2.000 infecciones ocultas ya se estaban propagando a través de las principales ciudades», como reveló un análisis realizado por The New York Times a partir del trabajo de investigadores de la Universidad de Washington que rastrearon el recorrido del virus tras identificar las secuencia de ARN de aquellos primeros casos. <br /><span> </span>«El riesgo para los estadounidenses sigue siendo muy bajo», repetía el presidente Donald Trump. Un mes y medio después, Estados Unidos se había convertido en el nuevo epicentro de la pandemia. La politización de la enfermedad y la polarización de posiciones parecen haber contribuido a profundizar la crisis tanto como la falta de una estrategia federal unificada.<br />Aun así, la mayoría de los estados decidieron establecer políticas más o menos estrictas de aislamiento. El 23 de marzo, nueve gobernadores ordenaron algún tipo de restricción a la circulación. A fin de mes, se habían sumado 30 de los 50 estados. La decisión logró aminorar la velocidad de propagación, pero la demora tuvo un alto costo. Según estimaciones de la Universidad de Columbia, 36.000 muertes podrían haberse evitado si el distanciamiento social se hubiera iniciado tan solo una semana antes. <br /><span> </span>Los dispares resultados de las medidas implementadas en los estados de California y Nueva York, que parecían destinados a escenarios similares al comienzo del brote, son un buen ejemplo. California cerró el 15 de marzo y Nueva York, el 22. Dos meses después, Nueva York tenía 27.500 muertos y California, con más población, poco más de 3.000.<br /><span> </span>«Dos costas, un virus», tituló el sitio ProPublica su cobertura sobre ambos casos. A diferencia de lo que ocurrió en California, donde el gobernador y la alcaldesa de San Francisco trabajaron en conjunto para actuar tempranamente, las discrepancias entre Andrew Cuomo y Bill de Blasio, gobernador y alcalde, respectivamente, del estado y la ciudad de Nueva York, demoraron la decisión de iniciar la cuarentena. Cuando finalmente se cerraron escuelas y lugares de trabajo, Nueva York enfrentaba una epidemia descontrolada, con más de 15.000 casos confirmados que se duplicaban cada tres o cuatro días.<br /><span> </span>La ciudad se convirtió en un espejo oscuro que mostraba al resto de la humanidad las consecuencias de la política de «laissez faire». El hallazgo de un camión frigorífico con 36 cuerpos apilados uno sobre otro fue el símbolo de una trágica escalada que, además, tuvo un sesgo de clase y de raza: la población latina y negra estuvo tres veces más afectada por el COVID-19 que la blanca. En variables que escalan exponencialmente, seis días de demora pueden tener un alto costo. El «timing», coinciden los especialistas, es un factor fundamental a la hora de diseñar estrategias.</p><p style="text-align: left;"><span><span> </span></span>La base de datos de la Escuela de Gobierno Blavatnik de la Universidad de Oxford releva las respuestas a la pandemia en 176 países. Entre otros aspectos, analiza en qué momento de la curva de casos se decide tomar medidas. Los investigadores Santiago Olszevicki y Tomás Larre pusieron en relación estos datos con la cantidad de muertes por COVID-19 y llegaron a la conclusión de que los países con más casos fatales son los que más tarde respondieron. En Sudamérica, respuestas rápidas, como las de Argentina y Colombia, se asocian con relativamente pocas muertes por millón de habitantes, mientras que las más tardías, como las de Brasil y Ecuador, tienden a tener muchas más. <br />Las diferencias entre controlar más o menos la pandemia se cuentan en vidas, afirma Olszevicki y expone, a modo de ejemplo, el caso de Suecia, que con condiciones similares a las del resto de los países escandinavos, tiene 10 veces más muertos por millón que sus vecinos Finlandia y Noruega. Suecia apostó a la llamada «inmunidad de rebaño» y fue uno de los pocos países del mundo que no declaró cuarentenas. «Las cifras de muertos son terribles y deberían haberse evitado», admitió finalmente el epidemiólogo Anders Tegnell, responsable de la estrategia. <br /><span> </span>Danzas, martillos, prevención, mitigación y cuidados hasta que esté disponible la vacuna: a puro ensayo y error, pagando cara la falta de reflejos y aprendiendo de aciertos y equivocaciones ajenas, el mundo enfrenta un desafío inédito. La experiencia parece demostrar que el virus no desaparece ni se debilita y, en este contexto, el mayor éxito al que se puede aspirar es lograr reducir un daño que se mide, ante todo, en vidas humanas.<br /><br /><span style="font-size: x-small;">Marina Garber<br />Informe: María José Ralli</span></p><p style="text-align: left;"><span style="font-size: x-small;">Acción N° 1294. Segunda quincena de julio de 2020<br /></span><br /><br /><br /></p>Marina Garberhttp://www.blogger.com/profile/07715889768121067667noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3672759947137148029.post-26404962964680197662020-04-11T09:24:00.002-07:002020-09-10T11:56:50.146-07:00El virus del siglo<br>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEitRtTqqSqMOPZfKLjj6JAOW21oF9a9JVfsJ7bNEkzc0sMPbe1LdlvdpZUIFAMRU2yUJqvQiwlRI3m9W7qUh0PXkt4GLODkJ3LYrO-zSW6zgaO_8ZTjBTBv3F7aoJdSDH7XQzMg6176oDw/s1600/1287-7-1_3.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="476" data-original-width="480" height="254" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEitRtTqqSqMOPZfKLjj6JAOW21oF9a9JVfsJ7bNEkzc0sMPbe1LdlvdpZUIFAMRU2yUJqvQiwlRI3m9W7qUh0PXkt4GLODkJ3LYrO-zSW6zgaO_8ZTjBTBv3F7aoJdSDH7XQzMg6176oDw/w256-h254/1287-7-1_3.jpg" width="256"></a></div>
Después de esto, el mundo será otro». Las palabras del presidente
Alberto Fernández en la tarde del 22 de marzo, mientras entre calles
desiertas y colectivos vacíos transcurría uno de los domingos más
atípicos de la historia reciente, expresan la dimensión profunda del
impacto de la epidemia de Covid-19. Cuando el mundo parece encontrarse
en el umbral de una crisis cuyos alcances aún no se terminan de
vislumbrar, la necesidad de quedarse en casa se vuelve un imperativo
insoslayable: una responsabilidad ética y política. Es, explican médicos
y funcionarios, la única manera de evitar que la mortalidad de la
enfermedad se dispare, ya que la propagación descontrolada del virus
provocaría el colapso del sistema de salud. Es la única manera de frenar
una catástrofe que primero golpeará a los más vulnerables y después
también los que no los son, por falta de asistencia, respiradores o
camas de terapia intensiva.<br>
<a href="http://objetofugaz.blogspot.com/2020/04/el-virus-del-siglo.html#more">Leer más»</a>Marina Garberhttp://www.blogger.com/profile/07715889768121067667noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3672759947137148029.post-59365966703678735132019-11-01T12:40:00.005-07:002020-09-11T14:48:05.660-07:00Los usos del cerebro<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg9sC4s9KD8450Jw8cJRvFyMf9pzEvVa4voP01Bop9y22mMtnPJHmYknCVLn_bsb7CnybX8c5dCi2Kv3Mh11yX36rjW5t7wUUq_LwAzeRQKiEfWL4_oqdzIS3Lgcs8W58VOSgFwAUcOYMI/s480/cerebro.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="320" data-original-width="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg9sC4s9KD8450Jw8cJRvFyMf9pzEvVa4voP01Bop9y22mMtnPJHmYknCVLn_bsb7CnybX8c5dCi2Kv3Mh11yX36rjW5t7wUUq_LwAzeRQKiEfWL4_oqdzIS3Lgcs8W58VOSgFwAUcOYMI/s320/cerebro.jpg" width="320" /></a></div>Autónomo, omnipresente, dotado de necesidades y deseos, susceptible de ser entrenado y perfeccionado, el cerebro se ha convertido en un nuevo lugar común. Conceptos provenientes de las neurociencias invaden ámbitos cada vez más extensos de la vida social y son repetidos en mesas de café, pero también en discursos políticos, sin que se termine de entender del todo de qué se está hablando. <br />La apropiación política de las neurociencias tuvo en nuestro país su punto de arranque institucional en 2016, con la creación, en la provincia de Buenos Aires, de una «unidad de Coordinación para el desarrollo del capital mental». En el campo educativo, fundaciones dedicadas a la investigación en neurociencias contribuyen a la construcción de una nueva agenda de formación docente, como señala la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (CTERA). Se trata, según Sonia Alesso, secretaria general de esa entidad, de una «pedagogía neoconservadora que naturaliza las condiciones de desigualdad».<br />Que haya sido un documento del Banco Mundial el antecedente del interés de sectores del oficialismo en las neurociencias no constituye un dato menor. En efecto, en 2014, bajo el título de «Mente, sociedad y conducta», el organismo anunciaba que había llegado «el momento de rediseñar las políticas de desarrollo a partir de una consideración minuciosa de los factores humanos». «El modelo mental a través del cual los pobres se ven a sí mismos», aseguraba el documento, puede debilitar la capacidad de estos mismos pobres para «imaginar una vida mejor». Las neurociencias le ofrecían una nueva retórica y cierto aire de novedad a la histórica función del organismo de impulsar políticas y discursos neoliberales. En este caso, a través de la remisión de las causas de la pobreza y el subdesarrollo desde lo social hacia lo individual, de la estructura económica a «esquemas mentales erróneos».<br />La biología –o su caricatura– acude así en ayuda de funcionarios, gobiernos y organismos internacionales para legitimar un orden injusto. Y no por primera vez. Discursos pretendidamente científicos han sido utilizados en numerosas oportunidades para convalidar la subordinación, dominación o explotación de determinados grupos humanos. Sin ir más lejos, en nuestro país, hace apenas 70 años, argumentos sobre el peso del cerebro de las mujeres fueron esgrimidos en el Senado contra la sanción de la ley de sufragio femenino.<br />A lo largo de la historia, negros, mujeres, esclavos y aborígenes fueron «condenados a una inferioridad biológica inalterable por parte de la biología evolutiva decimonónica», como observa el historiador Juan Manuel Sánchez Arteaga. En un ejemplo más reciente de esta forma pseudocientífica del racismo, el biólogo James Watson, ganador de un premio Nobel en 1962 por el descubrimiento del ADN, fue despojado de sus títulos honorarios tras afirmar que los blancos son genéticamente más inteligentes que los negros. Menos brutales pero igualmente reaccionarias, las teorías que hoy han vuelto a circular sobre las diferencias entre el cerebro masculino y el femenino tienden a presentar como naturales a las desigualdades de género. Los varones, informan periodistas y divulgadores científicos, suelen elegir parejas más jóvenes porque están biológicamente compelidos a fecundar hembras fértiles. Las mujeres, en cambio, se inclinarían por compañeros maduros y solventes porque desde un punto de vista evolutivo necesitan condiciones de seguridad para criar a su prole. Dado que en tiempos remotos los hombres cazaban y las mujeres cuidaban a los niños, las áreas del cerebro, según explica un reconocido neurocientífico, pueden haber sido moduladas para que cada sexo pueda llevar a cabo su trabajo.<br />Tras un breve rodeo, estos discursos vuelven a enviar a las mujeres a la reclusión en un ámbito doméstico al que, aseguran, su propio cerebro las ha predestinado. Ese parece ser el silencioso llamamiento que puede adivinarse tras algunas versiones de las teorías neurocientíficas: que cada uno –pobres, mujeres, excluidos, desposeídos en general– conserve el lugar que le tocó en suerte, porque así lo ordenan las leyes inapelables de la biología.<p><span style="font-size: x-small;">Marina Garber <br /></span></p><p><span style="font-size: x-small;">Acción N° 1277, primera quincena de noviembre de 2019 </span><br /></p>Marina Garberhttp://www.blogger.com/profile/07715889768121067667noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3672759947137148029.post-63128497423355889102019-02-15T12:12:00.007-08:002020-09-11T13:18:02.046-07:00 Niñas embarazadas<p>Mientras en Jujuy una niña de 12 años em barazada tres ser violada por un hombre de más de 60 era víctima de la reiterada vulneración de sus derechos, el diario La Nación dejaba constancia, a través de un editorial, su «admiración» por las niñas madres y por los «felices niños» frutos de estos embarazos.<br />Violento, discriminatorio, falaz y rayano en la apología del delito: el artículo publicado el pasado 5 de febrero en la sección Opinión, que celebra los embarazos adolescentes y se solaza en situaciones de abuso, fue repudiado por un amplísimo arco político y social. «Una niña embara zada es una niña violada» fue el lema del unánime rechazo.<br />El editorial parte de una primera falacia: de los casos de dos niñas de 12 y 13 años que decidieron seguir adelante con sus embarazos infiere la existencia de un «instinto de madre» universal que tendría su origen en el cuerpo femenino y que llevaría a las niñas a aferrarse a «la vida engen drada en sus vientres».<br />La celebración de este imaginario instinto maternal no es inocuo. Naturaliza violencias, celebra abusos, diluye responsabilidades, encubre la vulneración de los derechos sexuales de la infancia. La tragedia de las niñas embarazadas invita, para el diario La Nación, a reflexionar: pero no sobre las causas de esos embarazos precoces y forzados, sino sobre «lo que es natural en la mujer, lo que nace de sus ovarios casi infantiles»: su destino de madres, más allá «de la forma en que se gestaron los embarazos». Ese «más allá» marca una frontera incierta de detalles a los que La Nación –como otras tribunas de doctrina y poder– prefiere dar la espalda. Allí están, entre otras cosas, el desamparo en el que viven las niñas madres, la claudicación del Estado a la hora de garantizar sus derechos y la matriz profundamente injusta que da forma a las relaciones degénero en las sociedades patriarcales. <br /></p><p><span style="font-size: x-small;">Acción N° 1260, segunda quincena de febrero de 2019 </span><br /></p>Marina Garberhttp://www.blogger.com/profile/07715889768121067667noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3672759947137148029.post-1702207354390972832018-10-01T13:04:00.004-07:002020-09-11T13:05:39.779-07:00Pensamiento cínico<p> «Las ganas de vivir son más importantes que el pensamiento crítico», suele repetir el filósofo de Mauricio Macri, Alejandro Rozitchner. La oposición entre ambos va lores –por un lado, un pensamiento crítico entendido como reproche o descontento y, por otro, la confianza en una creatividad humana abstracta como «productora de realidades»– es un lugar común de las intervenciones del asesor presidencial y puede advertirse también en los discursos que le escribe al presidente. Si hay algo así como una filosofía de Cambiemos, la condena de la crítica como rémora y obstáculo es una de sus constantes.<br />Se trata, paradójicamente, de una filo sofía que parece negarse a sí misma, ya que renuncia de entrada al movimiento que da lugar al pensamiento: desprecia la duda, la sospecha sobre las aparien cias y el cuestionamiento del carácter necesario e inevitable de lo dado.<br />Desconfiar del sentido común, de lo que se pretende verdadero por evidente, fue el origen de las grandes revoluciones científicas y filosóficas de la historia, desde Copérnico hasta Marx, Darwin o Freud. Sin ese afán por la crítica, viviríamos en un mundo alrededor del cual girarían el sol y el resto de los planetas, la evolución sería fruto de la perfección del plan divino y nuestros sueños no serían manifestaciones del inconsciente sino profecías o mensajes de los dioses.<br />Estar atento a las trampas de la sociedad, tal como describe Rozitchner al pensamiento crítico, es desde su punto de vista, un gesto de otra época, que habría que reemplazar por una «positividad» optimista. La «revolución de la sensatez» propugnada por el filósofo de Cambiemos<br />resuena, así, como la música de fondo del ajuste: como una alborozada celebración de lo existente que revela su cinismo en una sociedad que tiende a concentrar la riqueza, perfeccionar los mecanismos de segregación y empobrecer a las mayorías.</p><p> </p><p>Marina Garber</p><p>Acción N° 1251, primera quincena de octubre de 2018 <br /></p>Marina Garberhttp://www.blogger.com/profile/07715889768121067667noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3672759947137148029.post-5683212617871084912016-06-06T12:09:00.002-07:002020-09-11T17:53:23.489-07:00Para quiénes son las ciudades
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<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgNrOYo-DlC4SbpHXcpM2RODHKmPD2pbndv5_n15yfGkQHm7RBBHCR4sMQUHXkh7Nkueh6d-vA5uC6-Kf2H3jAiDyEnFl4Ww0bHDXEtcMwZwgSJvuM5We6gm79YzwhGU26gbGeCf_4Svsc/s1600/puerto+madero.png" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="272" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgNrOYo-DlC4SbpHXcpM2RODHKmPD2pbndv5_n15yfGkQHm7RBBHCR4sMQUHXkh7Nkueh6d-vA5uC6-Kf2H3jAiDyEnFl4Ww0bHDXEtcMwZwgSJvuM5We6gm79YzwhGU26gbGeCf_4Svsc/s320/puerto+madero.png" width="320"></a>Una chica de 16 años está a punto de parir en la vereda. Vive ahí, junto a la boletería de un teatro en refacción, con su novio y un hijo pequeño. El trabajo de parto empezó hace unas horas y la sirena de la ambulancia que finalmente llega para llevarla al hospital se mezcla con el bullicio del comienzo de la noche en el Centro porteño. es viernes y la avenida Corrientes está tan viva como en sus mejores tiempos; parejas y grupos llenan veredas, bares y restaurantes y hacen cola frente a las puertas de los teatros. La ciudad y su espacio público parecen de fiesta, y con los restos de esa fiesta intenta sobrevivir un creciente conjunto de personas sin techo que viven y duermen en las calles, en las bocas de subte y en las plazas.<br>
<a href="http://objetofugaz.blogspot.com/2016/06/para-quienes-son-las-ciudades.html#more">Leer más»</a>Marina Garberhttp://www.blogger.com/profile/07715889768121067667noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3672759947137148029.post-42325233919678869072016-06-05T15:41:00.007-07:002020-09-11T12:30:00.007-07:00Saber quién manda<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgmYwkrVUxk2GUIqootIIC02iEjWJp1umIvKjSVzUiOzo6EqlqMUZ3rsYQ8CbdcQqqPlcjKrGHYsVO2DcWwu2YS82azLVNhMib5WdO_Qyr1s8mG5sb8wt3XzR5D1t-4PweS4L1HUeRRWLs/s512/humpty-dumpty+%25281%2529.gif" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="512" data-original-width="418" height="256" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgmYwkrVUxk2GUIqootIIC02iEjWJp1umIvKjSVzUiOzo6EqlqMUZ3rsYQ8CbdcQqqPlcjKrGHYsVO2DcWwu2YS82azLVNhMib5WdO_Qyr1s8mG5sb8wt3XzR5D1t-4PweS4L1HUeRRWLs/w209-h256/humpty-dumpty+%25281%2529.gif" width="209" /></a></div><p><i>–Cuando yo uso una palabra –dijo Humpty Dumpty con tono burlón– esa palabra significa exactamente lo que yo quiero que signifique, ni más ni menos. –La cuestión –dijo Alicia– es si se puede hacer que las palabras signifiquen tantas cosas diferentes. –La cuestión –dijo Humpty Dumpty– es saber quién manda, eso es todo.</i><br /><br />El diálogo entre Alicia y Humpty Dumpty en el capítulo 6 de <i>Alicia a través del espejo</i>, de Lewis Carroll, ilustra con gracia el modo en que ciertas instituciones, como la Real Academia Española (RAE), intentan intervenir en el mundo social y político a través de las palabras y sus definiciones.En los últimos años, las enmiendas introducidas en el Diccionario de la lengua española fueron objeto de cuestionamientos por parte de minorías étnicas y religiosas, organizaciones sociales y políticas.<br />La Confederación de la Asamblea Nacional del Pueblo Gitano de España, por ejemplo, anunció que elevará una denuncia ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos para que obligue al Gobierno español y a la rae a la supresión o modificación del significado de la palabra gitano, una de cuyas acepciones la define como «trapacero», es decir, una persona que «con astucias, falsedades y mentiras procura engañar a alguien en un asunto». En tanto, la tercera acepción de autista –persona «encerrada en su mundo, conscientemente alejada de la realidad»– fue objetada por organizaciones de familiares de niños afectados por este síndrome, mientras la definición de hacker como «pirata informático» despertó las críticas de activistas e integrantes de entidades que se identifican con el término, al que, aseguran, la Academia criminaliza al definir de este modo.<br />«No podemos ceder a todos los requerimientos que se hacen en nombre de lo políticamente correcto porque sería falsear la realidad», señaló Pedro Álvarez de Miranda, director de la flamante 23° edición del Diccionario. En tanto, José Manuel Blecua, quien fue director de la RAE hasta diciembre de 2014, argumentó que «la sociedad hace un uso de la lengua que es la que recoge el diccionario, y no al revés».<br />En la historia de la RAE hay, sin embargo, numerosos ejemplos del modo en que las palabras son forzadas a modificar su significado en función de determinados intereses. La Academia, dice al respecto el periódico vasco Gara, pretende «cambiar la lengua para cambiar la realidad». Como prueba, lingüistas y dirigentes políticos señalan la lista de términos cuya entradas sufrieron en los últimos años enmiendas «políticamente significativas». La filóloga catalana Silvia Senz menciona, entre otras, referéndum, autogobierno, soberanía, autodeterminación, democracia y estado. En todos los casos, las modificaciones tienden a favorecer la posición del gobierno español en la discusión sobre la soberanía de comunidades autónomas como Catauña y el País Vasco.<br />No es la primera vez que el Diccionario se transforma por razones políticas. Tras la llegada del Partido Socialista Obrero Español al poder en la década del 80, la entrada correspondiente a socialismo fue reelaborada en clave socialdemócrata. La definión de 1970 –«sistema de organización social y económica que le atribuye al Estado la absoluta potestad de ordenar las condiciones de la vida civil, económica y política»– fue remplazada en 1984 por una versión más moderada: «Sistema de organización social y económico basado en la propiedad y administración colectiva o estatal de los medios de producción y en la regulación por el Estado de las actividades económicas y sociales». En tanto, en tiempos neoliberales, se eliminaron las incómodas referencias a las «deficiencias e injusticias de la economía de mercado» en la definición de Estado de Bienestar.<br />Son tan solo algunos ejemplos de que la principal agencia lingüística del Estado español no se limita a recoger y registrar los usos de la lengua que hacen los hablantes, como se cansaron de asegurar sus miembros a raíz de las polémicas surgidas tras la presentación de la 23° edición del Diccionario. Al parecer, también intenta, de modos diversos, intervenir en la relación, nunca dócil ni transparente, que mantienen las palabras y las cosas.</p><p></p><p>Marina Garber<br />Acción N°1165, Primera quincena de marzo de 201
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</span></p>Marina Garberhttp://www.blogger.com/profile/07715889768121067667noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3672759947137148029.post-12371191817863199562013-11-15T12:26:00.002-08:002020-10-03T11:24:02.494-07:00La edad y la violenciaHay palabras que aparecen y empiezan a circular sin que nadie sepa demasiado bien qué significan. Importadas de otros idiomas y otras realidades en algunos casos, tomadas de jergas técnicas o simplemente inventadas, suelen traer consigo, junto con el prestigio no siempre merecido de lo nuevo, un modo particular de clasificar el mundo. Más que describir la realidad, trazan líneas divisorias que la ordenan. Más que designar un objeto, lo crean.<br />Con el término «bullying» viene ocurriendo algo parecido. Una serie de episodios de violencia protagonizados por niños y adolescentes en el ámbito escolar fueron etiquetados de ese modo por los medios de comunicación. En general, la cobertura de los incidentes se limitó a reproducir los videos que los mismos protagonistas habían subido a las redes sociales, agregándoles algún gesto de in dignación o algún comentario moralizante. Uno de los últimos de estos casos fue el de Alondra, una chica de 14 añosgolpeada por una compañera en la localidad bonaerense de Quilmes. El caso fue agregado a una serie que incluye muchos otros de los que también dio cuenta la prensa: «Ataque a golpes y piedrazos a una chica por ser linda». «Brutal golpiza a un alumno discapacitado».«Investigan si un chico de 14 años se suicidó por bullying». Sin embargo, no todos estos episodios constituyen ejemplos de bullying. La psicopedagoga María Zysman, directora de la organización Libres de Bullying, define esta práctica como «una dinámica estructurada de manera tal que alguien es intimidado, agredido, despreciado y/o excluido del hábitat al cual está obligado a concurrir (la escuela). Un sujeto somete a otro al que considera inferior, a partir de detectar sus aspectos más vulnerables, ante un público que potencia la escena».<br />El desequilibrio de poder o de fuerza,la consecuente dificultad de la víctima para defenderse, la continuidad en el tiempo y la presencia de testigos son al gunos de los aspectos de una definición que no siempre es tenida en cuenta a la hora de hablar del tema. Un estudio del Ministerio de Educación –«Clima, conflictos y violencia en la escuela»– llama la atención sobre la gran distancia que hay entre la percepción del problema y su dimensión real. Tras entrevistar a alumnos, directivos, padres y docentes de escuelas secundarias de la ciudad de<br />Buenos Aires y el Conurbano, se llegó a la conclusión de que, mientras el 52% de los consultados consideraba a la violencia en el ámbito escolar «en general» como un problema muy grave o grave, al ser consultados sobre este fenómeno «en sus propias escuelas», el porcentaje se reducía a un 19,2%. Para explicar esta contradicción, Mara Brawer, ex subsecretaria de Equidad y Calidad Educativa, señalaba que «otros discursos, principalmente el de los medios de comunicación masiva, podrían estar contribuyendo a magnificar el fenómeno de la violencia en las escuelas y esto tendría una incidencia considerable en la percepción de los actores respecto de su gravedad».<br />«¿Qué se prioriza al llamar bullying a escenas y situaciones de maltrato entre pares que ocurren en las escuelas? –se pregunta Juan Vasen, psiquiatra y autor de varios libros sobre las problemáticas de la infancia contemporánea–. En primer lugar, una regionalización. Levantamos fronteras entre ese maltrato escolar y otros múltiples maltratos cotidianos. Levantamos una especificidad con caracteres feudales en la que algunos árboles nos hacen perder de vista el bosque. Un bosque de lazos sociales donde el matrato, el abuso de poder y la discriminación y la segregación son la moneda más corriente».<br />Así, se confina el problema a un territorio –el de la infancia y la adolescencia– que a los adultos les resulta cada vez más ajeno y enigmático. Y se desoye lo que estas situaciones de maltrato pueden estar tratando de decir. Los chicos, asegura el estudio del Ministerio de Educación, «reclaman la presencia de los adultos». Piden ser escuchados y reconocidos por quienes tienen la responsabilidad de cuidarlos y educarlos. Quizá eso, entre otras cosas, estén diciendo cada vez que, en la escuela o en una esquina cualquiera, se agreden y lastiman entre ellos.<p><span style="font-size: x-small;">Marina Garber <br /></span></p><p><span style="font-size: x-small;">Acción N° 1134, segunda quincena de noviembre de 2013 </span><br /></p>Marina Garberhttp://www.blogger.com/profile/07715889768121067667noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3672759947137148029.post-69481065633685550242013-07-24T12:29:00.002-07:002016-06-06T04:57:29.867-07:00Emiliano Galende: Políticas del amor y del miedo<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRnZQNXh72Gu9loEHyKpLr8W0_gaY8vIunEN53ZZV2EsCTP4mtCM3E1LiuGp7Y3aJiByA-f1N5xVXP7ai-lPyXP-DXNSc9iAwMVqUqtdtL48M_nQzry2wBLhOjauRWZpDmxXVaGcMGypE/s1600/119-Voces-2-e1372046224761.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRnZQNXh72Gu9loEHyKpLr8W0_gaY8vIunEN53ZZV2EsCTP4mtCM3E1LiuGp7Y3aJiByA-f1N5xVXP7ai-lPyXP-DXNSc9iAwMVqUqtdtL48M_nQzry2wBLhOjauRWZpDmxXVaGcMGypE/s200/119-Voces-2-e1372046224761.jpg"></a></div>
En un tiempo en el que el encuentro con el otro es cada vez más difícil, surgen, según el médico y psicoanalista Emiliano Galende, nuevas formas del lazo social. La angustia y otros males contemporáneos.<br>
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La sociedad no es un escenario neutro en el que las personas viven sus vidas privadas al margen de influencias externas. Por el contrario, los sentimientos, los modos de amar y de odiar, de encontrarse o desencontrarse con los otros, de desear y de temer, están profundamente atravesados por la cultura e, incluso, por la forma en que cada sociedad organiza su economía y su gobierno, reparte sus recursos, regula –o no– la voracidad del mercado.<br>
<a href="http://objetofugaz.blogspot.com/2013/07/emiliano-galende-politicas-del-amor-y_24.html#more">Leer más»</a>Marina Garberhttp://www.blogger.com/profile/07715889768121067667noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3672759947137148029.post-27032519599036792812013-05-15T12:42:00.000-07:002016-06-05T15:34:14.392-07:00Pantalla autorreferencial: la televisión que se mira a sí misma<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhtWLKBSSJxpFrDqWFWt7_ywRnwX_Zngs-_6BSe43uu814TiJOcAyLRvUSTS-L60e5O7w1VJtZEjFU7o43BAGPAgH8hJ7ng7z1Wp148EJSwSJOwwH8vBO-xCkX6nniVsv3XHZAIHsBmctI/s1600/122-pag4-Apertura.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhtWLKBSSJxpFrDqWFWt7_ywRnwX_Zngs-_6BSe43uu814TiJOcAyLRvUSTS-L60e5O7w1VJtZEjFU7o43BAGPAgH8hJ7ng7z1Wp148EJSwSJOwwH8vBO-xCkX6nniVsv3XHZAIHsBmctI/s200/122-pag4-Apertura.jpg"></a></div>
Los ciclos dedicados a revisar lo que sucede en otros programas se multiplican en todos los canales. Celebridades de utilería y otros fenómenos de un medio cada vez más narcisista.<br>
<a href="http://objetofugaz.blogspot.com/2013/07/pantalla-autorreferencial-la-television.html#more">Leer más»</a>Marina Garberhttp://www.blogger.com/profile/07715889768121067667noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3672759947137148029.post-73641044743849617112013-05-02T11:49:00.000-07:002016-06-06T05:00:16.094-07:00Pegarle a un niñoEl nuevo Código Civil prohíbe a los padres darles chirlos a sus hijos». Sin demasiadas repercusiones, la información recorrió los medios a fines del año pasado a raíz del proyecto de reforma del Código Civil que, entre otros cambios, se proponía derogar el artículo que consagra el llamado «poder de corrección» de los padres y establecer la prohibición explícita del «castigo corporal, los malos tratos y cualquier hecho que lesione o menoscabe física o psíquicamente a los niños o adolescentes».<br>
<a href="http://objetofugaz.blogspot.com/2013/07/pegarle-un-nino_24.html#more">Leer más»</a>Marina Garberhttp://www.blogger.com/profile/07715889768121067667noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3672759947137148029.post-46021739718330055892012-07-12T12:47:00.000-07:002016-06-06T05:05:25.901-07:00Identidad de género: Ser lo que se es<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgWRTBLq8w0n8lRA6Cvpg5Ndmh3IFcSmmwmC4uBk1QtOVfb9Z2opotAjH3sE4EabJSNLMcisg628TzpljeoGulyKg-Kg-xBQ0qJopenxySB6gMlqOe6crxexB6ZJOFR3pUJIUTfpbfmkhY/s1600/TAPA1099.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgWRTBLq8w0n8lRA6Cvpg5Ndmh3IFcSmmwmC4uBk1QtOVfb9Z2opotAjH3sE4EabJSNLMcisg628TzpljeoGulyKg-Kg-xBQ0qJopenxySB6gMlqOe6crxexB6ZJOFR3pUJIUTfpbfmkhY/s200/TAPA1099.jpg" width="161"></a></div>
Pasar de las páginas policiales a la sección política de los diarios representa un cambio radical en la forma de existencia social de cualquier grupo o persona. La comunidad transexual argentina acaba de dar ese paso. La aprobación de la ley de Identidad de Género, que permite cambiar de nombre y género a través de un trámite administrativo y establece el derecho a la salud integral –que incluye intervenciones de reasignación genital– representa el pleno acceso a la ciudadanía para un grupo que ha sufrido histórica y sistemáticamente la violación de sus derechos..
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«Es como la abolición de la esclavitud; nuestra Asamblea del año XIII», se entusiasma, frente al Congreso donde se celebra esta victoria, una activista trans. Una esclavitud poco visible, que transcurría en los márgenes de la sociedad, en esas zonas negras o rojas donde todas las formas de violencia física y simbólica los tenían como objetos privilegiados. </span><br>
<a href="http://objetofugaz.blogspot.com/2012/07/pasar-de-las-paginas-policiales-la.html#more">Leer más»</a>Marina Garberhttp://www.blogger.com/profile/07715889768121067667noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3672759947137148029.post-50924671853477243522012-07-10T12:15:00.000-07:002016-06-06T05:07:38.212-07:00Susana Trimarco: Los días sin Marita<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgLeewnI6gIxwXAtnBlqdiBsH1Kd7miaMbuL2PAcDG2cu73XDVd7Kw74ldZN4i41XOMc70FQFTFMLuwObFzrGAq52WL8Bp4gVtlryHplQf4UcPDYd0VMW9rIat2mo3Gt60Xy-O91AL8cyM/s1600/trimarco.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgLeewnI6gIxwXAtnBlqdiBsH1Kd7miaMbuL2PAcDG2cu73XDVd7Kw74ldZN4i41XOMc70FQFTFMLuwObFzrGAq52WL8Bp4gVtlryHplQf4UcPDYd0VMW9rIat2mo3Gt60Xy-O91AL8cyM/s200/trimarco.jpg" width="150"></a></div>
Hace diez años que Susana Trimarco busca a su hija. No ha dejado de buscarla ni uno solo de los días y las noches de estos diez últimos años. Su perseverancia la llevó a cruzar más de una frontera y a conocer el otro lado, el más oscuro, de la apacible vida cotidiana de la provincia de Tucumán: vio personas vendidas y compradas como mercancías, vidas robadas, plusvalía sexual extraída a fuerza de violencia y terror de los cuerpos de mujeres jóvenes.<br>
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Marita Verón desapareció el 3 de abril de 2002. Tenía entonces 23 años, una hija de 3 y vivía con su pareja, David, en un departamento del barrio Gráfico II, en Las Talitas, Gran Tucumán. Esa mañana dejó a la niña con Trimarco y salió rumbo a la Maternidad para una consulta ginecológica. «Quedate tranquila, mamá, que enseguida vuelvo», dijo antes de irse. Fue la última vez que Susana escuchó la voz de Marita. Desde entonces, dice, «fue como si la tierra se la hubiera tragado».</span><br>
<a href="http://objetofugaz.blogspot.com/2012/07/susana-trimarco-los-dias-sin-marita.html#more">Leer más»</a>Marina Garberhttp://www.blogger.com/profile/07715889768121067667noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3672759947137148029.post-2417963146721436622012-05-22T14:54:00.002-07:002016-06-06T05:08:15.743-07:00Hijos de Dios<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj0I4Dk0gxUMKrEIZ1hC2pg248Pv448TPWMU3sSxlouTmReWX4wcXA0gwE92tGkBPov6bph5k0SssysTwAB66GLXqum_jBxfc22vU1WWTn9iBNKFkXa1bs-541pCaH4PSynSYYEBTxzfSM/s1600/113soc.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="139" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj0I4Dk0gxUMKrEIZ1hC2pg248Pv448TPWMU3sSxlouTmReWX4wcXA0gwE92tGkBPov6bph5k0SssysTwAB66GLXqum_jBxfc22vU1WWTn9iBNKFkXa1bs-541pCaH4PSynSYYEBTxzfSM/s200/113soc.jpg" width="200"></a><br>
Querido Jesús, te pedimos que bendigas a nuestros directivos y maestros», recita la directora, y repiten a coro, con voces y caras de sueño, los alumnos antes de entrar a clase. La oración es lenta y monótona. Se le pide a Jesús compañía «para aprender, compartir y obedecer», para así «imitarte y ser buen hijo de Dios». La directora finaliza con un enérgico «que así sea» y alguien agrega: «En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo», mientras los chicos hacen la señal de la cruz sobre sus guardapolvos blancos. La escena, que fue registrada por la agencia de noticias Copenoa, ocurre en la escuela Remedios de Escalada de San Martín, en el centro de la capital salteña. Pero no sólo allí: en muchas otras escuelas públicas salteñas, decenas de miles de niños rezan, leen la Biblia, bendicen el alimento, oran y se persignan al entrar a clase y al salir, a la hora de almorzar y merendar, en las aulas y fuera de ellas. Directoras y maestros inician el día de trabajo con la invocación a la divinidad cristiana, con la misma naturalidad con la que, en escuelas de otras provincias, se saluda a la bandera. Los rituales escolares se mezclan con los religiosos. El patio de la escuela se vuelve templo. Los docentes dejan de enseñar conocimientos aceptados como verdaderos por toda la comunidad, legitimados por la ciencia o los acuerdos democráticos, y transmiten a sus alumnos un dogma.<br>
<a href="http://objetofugaz.blogspot.com/2012/05/hijos-de-dios_22.html#more">Leer más»</a>Marina Garberhttp://www.blogger.com/profile/07715889768121067667noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3672759947137148029.post-1575200666328793792011-04-12T15:37:00.000-07:002016-06-06T05:09:25.851-07:00Un hombre feliz<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjw9JbDlhfbE0OwgiSW0V9Bygl6xtOeQYvkFi5ox8heRtIuXnmTnv5IfjtXRzbCwiEMOK6wyfq3SN9TJesdCxQLtFr9f9Yadw73UAKs_CP2PfCl3u2GqPD8UvQtatpbX0pDmwlgrb9YLOs/s1600/macri.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img alt="" border="0" height="150" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5594459886695591106" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjw9JbDlhfbE0OwgiSW0V9Bygl6xtOeQYvkFi5ox8heRtIuXnmTnv5IfjtXRzbCwiEMOK6wyfq3SN9TJesdCxQLtFr9f9Yadw73UAKs_CP2PfCl3u2GqPD8UvQtatpbX0pDmwlgrb9YLOs/s200/macri.jpg" style="float: left; height: 240px; margin: 0px 10px 10px 0px; width: 320px;" width="200"></a>¿De dónde sacó el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, que hay que ser feliz para gobernar? ¿Qué libro de autoayuda, qué asesor de campaña lo inspira cuando afirma: «Estoy en política para que la gente sea feliz, y si yo no estoy feliz no puedo ayudar a la gente»? <span id="fullpost">Lo dijo recientemente, al confirmar el embarazo de su esposa Juliana Awada y en muchas otras oportunidades similares.</span><br>
<a href="http://objetofugaz.blogspot.com/2011/04/un-hombre-feliz.html#more">Leer más»</a>Marina Garberhttp://www.blogger.com/profile/07715889768121067667noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3672759947137148029.post-31784503713172051932011-04-11T14:28:00.000-07:002016-06-06T05:37:50.920-07:00Avatares del guardapolvo<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhjyfyQDwxDZ0xaPqvb-VrszC2ITU86IqeC5QT7FMWRf5YRYGXMNABCmBAUr5xiBGUfoa7Kxn8F17le-NbjsVYy1eeQ5QJJSjxaDIGQ7cJ5S8XIEOlKPMcD3cgjE41bPhdNrVoSF2DmdKQ/s1600/guardapolvos.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5594462214649776162" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhjyfyQDwxDZ0xaPqvb-VrszC2ITU86IqeC5QT7FMWRf5YRYGXMNABCmBAUr5xiBGUfoa7Kxn8F17le-NbjsVYy1eeQ5QJJSjxaDIGQ7cJ5S8XIEOlKPMcD3cgjE41bPhdNrVoSF2DmdKQ/s320/guardapolvos.jpg" style="cursor: hand; cursor: pointer; float: left; height: 188px; margin: 0 10px 10px 0; width: 250px;"></a>Empiezan las clases y, como todos los años, las revistas dominicales de los diarios lo celebran con notas especiales, en general con poco contenido y mucha invitación al consumo. La «Vuelta al cole» es tema obligado de las páginas de moda, que presentan «equipos de tiempo completo para disfrutar de la clase y el recreo». Estas producciones ya son un clásico: niños más rubios y sonrientes que el promedio de los escolares argentinos, madres más delgadas y deslumbrantes, adelantan lo que va a usarse en las aulas. Pero lo extraño, lo que hace ruido en esas fotos, no son sólo las casas con jardines ni las sonrisas extra large de niños y adultos. Hay algo más: mientras el 66% de los alumnos de escuelas primarias concurre a establecimientos públicos, en las páginas con las que tres de los diarios de mayor venta en la Argentina saludan el inicio de las clases no hay ni un solo guardapolvo blanco.<span id="fullpost">Hay, eso sí, pantalones grises, polleras tableadas, blazers, corbatas, jumpers y otros emblemas de escuelas privadas que, paulatinamente, se han ido imponiendo como sinónimo de educación.</span><br>
<a href="http://objetofugaz.blogspot.com/2011/04/avatares-del-guardapolvo.html#more">Leer más»</a>Marina Garberhttp://www.blogger.com/profile/07715889768121067667noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-3672759947137148029.post-90315317970911178992010-11-26T13:41:00.000-08:002016-06-06T05:38:30.241-07:00Macri y la lógica del automovilista<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj81fIpxkR-EApsD-kFYAl4BbD2PwBz8PW9OqVrQuTJNSjxZy_BiiQhK0Uz5t2PnriICKmLZUDqou61vQPCWsyeEkUigNm5y5rUn6v-aZnU8AekiJ4kqkcFsgXPL3YzIBEj7OzB1OstmNM/s1600/macri.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5543978699670666002" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj81fIpxkR-EApsD-kFYAl4BbD2PwBz8PW9OqVrQuTJNSjxZy_BiiQhK0Uz5t2PnriICKmLZUDqou61vQPCWsyeEkUigNm5y5rUn6v-aZnU8AekiJ4kqkcFsgXPL3YzIBEj7OzB1OstmNM/s320/macri.jpg" style="cursor: pointer; float: left; height: 192px; margin: 0pt 10px 10px 0pt; width: 320px;"></a>El llamado «caos de tránsito» es un lugar común de la derecha, un comodín que suele sacarse de la manga cuando ya no hay, o cuando nunca hubo, argumentos. Sus usos son múltiples: sirve para vaciar de contenido los reclamos sociales, para convertir una protesta legítima en la «pesadilla» del ciudadano promedio, para tapar, con la repetición gritona de la queja, las voces de los que salen a la calle. Allí donde hay personas con necesidades y reclamos, sectores sociales que intentan hacerse ver y escuchar, los medios del establishment sólo ven caos, demoras en la avenida 9 de julio, complicaciones en el micro y macrocentro.<br>
<a href="http://objetofugaz.blogspot.com/2010/11/macri-y-la-logica-del-automovilista.html#more">Leer más»</a>Marina Garberhttp://www.blogger.com/profile/07715889768121067667noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3672759947137148029.post-35199320459563159872010-10-22T17:12:00.000-07:002010-10-22T17:23:00.737-07:00Usos de la muerte<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjNWI-UsZGHZUVqoftX0w4e8BOYRu_ZD1DLCbktGrIH8PDzH9KzSaMOF-bGz7NTS8WfZTz5EXUW0qsA4yyb0aqEiWptBZM8h2ljUpQThZ8FpjNfZdVBnDUvpNa9NAX2ETY9gqFo0mzrAzE/s1600/eduardo+van+der+kooy.jpg"><img style="float: left; margin: 0pt 10px 10px 0pt; cursor: pointer; width: 271px; height: 203px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjNWI-UsZGHZUVqoftX0w4e8BOYRu_ZD1DLCbktGrIH8PDzH9KzSaMOF-bGz7NTS8WfZTz5EXUW0qsA4yyb0aqEiWptBZM8h2ljUpQThZ8FpjNfZdVBnDUvpNa9NAX2ETY9gqFo0mzrAzE/s320/eduardo+van+der+kooy.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5531029925089192034" border="0" /></a>Entre los múltiples intentos por sacar réditos políticos de la muerte del joven militante Mariano Ferreyra, el del periodista de Clarín Eduardo Van Der Kooy supera el promedio del cinismo nacional. Y lo hace, sobre todo, porque pretende responsabilizar del crimen al Gobierno Nacional desde las páginas del mismo diario que, en junio de 2002, con el vergonzoso título de «La crisis causó dos nuevas muertes», pretendió diluir las clarísimas responsabilidades del asesinato, a manos de la Policía Bonaerense, de los piqueteros Maximiano Kosteki y Darío Santillán. <span id="fullpost">Si entonces sobraban las pruebas que incriminaban al comisario Alfredo Franchiotti –y muchas de ellas, como las 240 fotografías tomadas por el reportero gráfico Pepe Mateos, estaban en la mismísima redacción de Clarín– hoy, como el propio Van Der Kooy admite, no existe «ninguna prueba de que el Gobierno haya tenido algún vínculo –directo o indirecto– con la reyerta sindical entre facciones antagónicas del gremio ferroviario que concluyó con un militante muerto». Sin embargo, el periodista asegura que la muerte de Ferreyra fue «un desenlace esperable» en el «perceptible clima de encierro y violencia latente que caracteriza a la Argentina, en especial, desde que el kirchnerismo cayó derrotado en las elecciones legislativas del 2009». Este clima, agrega, va dejando «residuales de pólvora que cualquier fricción se transformaría en explosión y fuego». «La Presidenta y el ex presidente tal vez, no tengan cabal conciencia de la infinidad de potenciales reacciones, concientes o inconcientes, que desatan cada uno de sus actos y sus palabras». Más bien, agrega, para que no queden dudas de lo que quiere decir, «podría pensarse que cada uno de aquellos actos y palabras buscarían, en efecto, provocar lo que provocan».<br />Las comparaciones, dicen, suelen ser odiosas. Pero, en este caso, resultan, también, sumamente ilustrativas. .</span>Marina Garberhttp://www.blogger.com/profile/07715889768121067667noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3672759947137148029.post-68920873476427144332010-09-23T11:48:00.000-07:002010-09-23T11:53:44.579-07:00Perfil y el Apocalipsis<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgbJ7vRa1QqQHXFLUBRT4zY9luU2zI8_Kzm_7uAcM4yRio-s01gYQLYLGgzJRVfOnhbNyijV7vuGlr_lsDuBVLIhi8yCOhHCB0SwJMyYkvna4CdFYRlUuTkF3G7119YRhM7yLLLrDMYtAw/s1600/pepe.jpg"><img style="float: left; margin: 0pt 10px 10px 0pt; cursor: pointer; width: 312px; height: 162px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgbJ7vRa1QqQHXFLUBRT4zY9luU2zI8_Kzm_7uAcM4yRio-s01gYQLYLGgzJRVfOnhbNyijV7vuGlr_lsDuBVLIhi8yCOhHCB0SwJMyYkvna4CdFYRlUuTkF3G7119YRhM7yLLLrDMYtAw/s320/pepe.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5520183773167986786" border="0" /></a>Hace tiempo que el diario Perfil viene anunciando el Apocalipsis. En la columna del periodista José Eliaschev, una prosa forzadamente compleja está puesta al servicio de una idea bastante simple: el país camina inexorablemente hacia la decadencia.<span id="fullpost">En sus notas abundan, entre otras cosas, las generalizaciones injustificadas. Ya se sabe que Eliaschev acusa al Gobierno de todo tipo de infamias, pero no explica por qué éstas deberían hacerse extensivas a toda la sociedad. Sus temas son siempre grandes y «la Argentina» es su objeto privilegiado de análisis. Y esa Argentina, diagnostica, «padece de proverbiales excesos emocionales», «un estado de ira sacralizado», «una notable compulsión al atraso». Nuestro país, continúa,«respira con una sospechosa y absurda taquicardia», «parece un organismo híper medicado y turbulento» y padece «una debilidad emocional reveladora de una poderosa inmadurez colectiva».<br />Abruma no sólo la redundancia, sino también el tono acusatorio, aristocrático y hasta racista con el que se condena a la plebe y su «lenguaje anoréxico» o a la televisión y su «deleite insaciable por lo subalterno». Principal y subalterno, alto y bajo, culto y vulgar, son categorías que aparecen una y otra vez en las columnas semanales de Eliaschev, y constituyen los criterios según los cuales se ordena el mundo desde esta página del diario Perfil. Abajo está la plebe, el Gobierno, la televisión, todo lo malo que le pasa a este país. Arriba, muy arriba, el autor, diagnosticador de patologías sociales, adjetivador incontinente y especialista en verdades con mayúscula. M. G.<br /><span style="font-style: italic;">Acción </span>Nº 1058, segunda quincena de setiembre de 2010.<br /><br /><br /></span>Marina Garberhttp://www.blogger.com/profile/07715889768121067667noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3672759947137148029.post-25926842167493344932010-07-30T04:37:00.000-07:002016-06-06T05:39:48.073-07:00Libertad, igualdad, diversidad<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjMmobO7LLRx9kdKWKWgISSmO3H_-X3DEQwW56n1BTBtKNCeWOjF5f9cmEqcKQOnXvaR5MqaghXBZb4N75UhLosDCynObQFNu5r-HMT37K2fOmHSMAVxgBqfdD9JPVZnqF7eu1VnOILGZk/s1600/73INFORME.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5499663263918031906" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjMmobO7LLRx9kdKWKWgISSmO3H_-X3DEQwW56n1BTBtKNCeWOjF5f9cmEqcKQOnXvaR5MqaghXBZb4N75UhLosDCynObQFNu5r-HMT37K2fOmHSMAVxgBqfdD9JPVZnqF7eu1VnOILGZk/s320/73INFORME.jpg" style="cursor: pointer; float: left; height: 210px; margin: 0pt 10px 10px 0pt; width: 320px;"></a><span style="font-size: 85%;">Revista </span><span id="fullpost"><span style="font-size: 85%;">Acción Nº1055, primera quincena de agosto de 2010.</span><br></span>Hace mucho tiempo que un hecho político no se festeja con lágrimas. Hay que buscar y rebuscar en los archivos y en la memoria para recordar un acontecimiento que haya sido deseado con tanta pasión y celebrado con tanta alegría como la modificación al Código Civil que universalizó en la Argentina el derecho al matrimonio. Fue una fiesta lo que ocurrió dentro y fuera del Congreso en la fría madrugada del 15 de julio, pero lo que se celebraba no era el matrimonio, sino la igualdad. .<span id="fullpost"> «Se cumplió un sueño –dice María Rachid– presidenta de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans–. Hoy todos somos más felices». Su lucha y la de muchos otros hombres y mujeres no sólo consiguió un notable avance en materia de derechos e igualdad jurídica. Logró, además, poner un nexo en palabras e ideas que no suelen estar juntas: política y felicidad, leyes y sueños, derechos y sexualidad.</span><br>
<a href="http://objetofugaz.blogspot.com/2010/07/libertad-igualdad-diversidad.html#more">Leer más»</a>Marina Garberhttp://www.blogger.com/profile/07715889768121067667noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3672759947137148029.post-68219251160890151512010-06-05T13:35:00.000-07:002018-03-01T11:04:11.072-08:00El Bicentenario según José EliaschevLos festejos del Bicentenario también tuvieron sus críticos. Escasas, solemnes, sus voces sonaron como gritos desafinados en el coro más o menos unánime de apoyo a las celebraciones<span id="fullpost">. En la lista de disidentes, el primer lugar, por la violencia y el tono francamente racista de sus palabras, se encuentra el periodista José Eliaschev. El 22 de mayo, en su habitual columna del diario Perfil, Eliaschev describe una ciudad decadente, mezcla de la oscura Los Angeles de Blade Runner y la Buenos Aires aristocrática amenazada por el «aluvión zoológico» de 1945. Allí, en la ciudad del Bicentenario, «pompas acosadoras», «estruendos hirientes», un «patrioterismo banderillero», el «desorden», un «populismo primitivo y rutilante», la «prepotente y grosera exhibición nacionalista» convoca a «gentes» –en peyorativo plural– que «rozan o chocan sus cuerpos, enajenados y miran sin ver nada». Ellos, los que recorren las calles porteñas, son «mutantes», «buscas», «merodeadores de todo pelaje», «alelados», «gente desorientada» y, nuevamente, «mutantes». Lo dice dos veces Eliaschev, por si a alguien no le hubiera quedado claro.</span>Marina Garberhttp://www.blogger.com/profile/07715889768121067667noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3672759947137148029.post-84303347320009905142010-04-27T14:27:00.000-07:002010-07-07T13:40:08.729-07:00Esteban y el Bicentenario<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2W_M0S1G_63_m6r_U2FrnqZtdydKv_2wd6okY86PD3f0h0pSVqIzJGL0ODYzzrw50oKBgrHNqtbeYfMss9ZSTpCf3G6C_J5T7RNKNXqlLpA8kZcvV3GuDl-2dlRk9IcMEBsxDlctsoKw/s1600/bullrich+y+macri.jpg"><img style="margin: 0pt 10px 10px 0pt; float: left; cursor: pointer; width: 296px; height: 178px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2W_M0S1G_63_m6r_U2FrnqZtdydKv_2wd6okY86PD3f0h0pSVqIzJGL0ODYzzrw50oKBgrHNqtbeYfMss9ZSTpCf3G6C_J5T7RNKNXqlLpA8kZcvV3GuDl-2dlRk9IcMEBsxDlctsoKw/s320/bullrich+y+macri.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5468882912110791138" border="0" /></a>Es Bullrich, pero se hace llamar Esteban. Es amigo de Mauricio y de Gabriela y sobrino de Patricia, que también es Bullrich. Escribe «utilicen» con zeta, entre otras incorrecciones que pueden leerse en su página web, pero ni su ortografía ni su gramática le han impedido convertirse en ministro de Educación de la ciudad de Buenos Aires.<span id="fullpost"> De su currículum vitae pueden extraerse, al menos, dos conclusiones: la primera, que quien rige los destinos de los 1.626 establecimientos educativos públicos de la ciudad de Buenos Aires se formó en instituciones privadas (desde el nivel primario hasta el posgrado). La segunda, que quien rige los destinos de la educación porteña se formó para administrar empresas.<br />El último capítulo de su breve pero fructífera historia de desavenencias con la educación pública fue la decisión de no publicar un manual con materiales sobre el Bicentenario para la escuela media, fruto del trabajo de 18 meses de historiadores de la Dirección General de Currícula y Enseñanza, que ya había sido aprobado por la gestión del ministro anterior, Mariano Narodowski. Los docentes porteños, movilizados contra la censura, aseguran que detrás de la decisión está el veto de la Iglesia Católica y de otros sectores conservadores. «Como ministro de Educación, no puedo permitir que se publiquen materiales con alguna tendencia ideológica», escribió el funcionario en su sitio www.estebanbullrich.com. Allí, gracias a los oficios de algún asesor menos iletrado, los errores de ortografía del ministro han sido corregidos. Los otros, los errores políticos y pedagógicos, serán, seguramente, más difíciles de enmendar.</span>Marina Garberhttp://www.blogger.com/profile/07715889768121067667noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3672759947137148029.post-26620593998753243232010-02-25T11:02:00.000-08:002018-03-01T11:07:35.264-08:00Delta S.A.<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZggrTG7DHE2ZoczG2LHgv3G6iTd2EgMwRVe0hxROWXrHnLLlFgPBFZIX6dsLiOUEfQ1MW5eGUyd5uQphfhViRhW0lvJ_SWVspg4PVticNNf4iG3ghRLo2Vpc1G_XzkteHzWpPsWfdqao/s1600-h/63INFORME.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5442259772525543858" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZggrTG7DHE2ZoczG2LHgv3G6iTd2EgMwRVe0hxROWXrHnLLlFgPBFZIX6dsLiOUEfQ1MW5eGUyd5uQphfhViRhW0lvJ_SWVspg4PVticNNf4iG3ghRLo2Vpc1G_XzkteHzWpPsWfdqao/s320/63INFORME.jpg" style="cursor: pointer; float: left; height: 320px; margin: 0pt 10px 10px 0pt; width: 214px;"></a><br>
Donde había un arroyo, hay dragas. Donde había sauces, hay barro contaminado. Donde había ranchos, hay un terraplén. Las máquinas –retroexcavadoras anfibias, palas mecánicas, tractores– recorren las islas como lentos animales prehistóricos. Parece, esta tierra, una tierra deshabitada. Las islas del Bajo Delta, en el último tramo del Paraná, fueron alguna vez un paraíso. Dicen algunos que volverán a ser serlo, pero de otro tipo: un paraíso diseñado en los 90, que tiene como modelo a Miami y como guardianes, a agentes de seguridad privada.<br>
Bienvenidos a los barrios privados del Delta: verde artificial implantado sobre las ruinas del verde nativo, lotes de mil metros cuadrados con amarra propia, islas amuralladas y hasta un transbordador para que nadie renuncie, ni siquiera en las islas, a su derecho al coche propio. El Bajo Delta del río Paraná está siendo descubierto por los grandes inversores del mercado inmobiliario. Y los cambios que empiezan a vislumbrarse anuncian tiempos difíciles para la riqueza biológica y cultural de la zona.<br>
<a href="http://objetofugaz.blogspot.com/2010/02/delta-sa.html#more">Leer más»</a>Marina Garberhttp://www.blogger.com/profile/07715889768121067667noreply@blogger.com0